Según datos del Conference Board, la confianza del consumidor estadounidense exhibió un pronunciado repunte en mayo, revirtiendo una tendencia bajista que se había prolongado durante cinco meses; el índice escaló 12,3 puntos, situándose en 98 frente al mínimo pandémico de 85,7 registrado en abril, si bien la persistencia de las expectativas a corto plazo para ingresos, clima empresarial y dinamismo del mercado laboral por debajo del umbral de 80 continúa proyectando sombras de una posible recesión inminente; pese al espaldarazo que supuso la creación de 177.000 empleos en abril, según el Departamento de Trabajo, las inquietudes relativas a potenciales aranceles e inflación siguieron ejerciendo una influencia preponderante en las respuestas de la encuesta, mientras que, en el horizonte, se vislumbran planes para intensificar el gasto en bienes raíces, automoción y ocio vacacional.