La deflagración acaecida en una planta petroquímica sita en Weifang, urbe del este chino, ha segado la vida de al menos cinco individuos y provocado lesiones a otros diecinueve, persistiendo la incógnita sobre el paradero de seis personas. El estallido, originado en las instalaciones de Gaomi Youdao Chemical Co., manufacturera de pesticidas y compuestos farmacológicos, provocó la fragmentación de los ventanales de inmuebles colindantes y propulsó una densa columna de humo hacia la estratosfera. Alumnos de un centro educativo aledaño refirieron la percepción de un efluvio anómalo tras el siniestro. Más de doscientos treinta operarios fueron movilizados al epicentro del suceso, asignándose, asimismo, un equipo especializado a la monitorización de potenciales focos de contaminación. Dicho evento, acaecido tras un seminario nacional destinado a optimizar la seguridad en el sector químico, pone de manifiesto las endémicas deficiencias en materia de seguridad laboral en China. Paradójicamente, el ejercicio precedente, la planta de Gaomi Youdao había sido laureada por su eficaz gestión de riesgos, tras haber identificado y subsanado más de ochocientas potenciales contingencias en materia de seguridad.