Con una exigua ventaja de 2-1 en la serie de las Finales de la NBA contra los Oklahoma City Thunder, los Indiana Pacers, si bien ostentan el liderato provisional antes del crucial Juego 4, se mantienen cautelosos ante la magnitud del desafío, tal y como atestigua el base armador Tyrese Haliburton, quien insiste en la necesidad de no incurrir en triunfalismos prematuros dada la envergadura del camino aún por recorrer.

En el Juego 3, los Pacers cimentaron su dominio con un marcador de 116-107, gracias a las actuaciones estelares de Bennedict Mathurin y T.J. McConnell, cuya sinergia propició que la segunda unidad de Indiana eclipsara a la de los Thunder por un contundente 49-18, si bien Oklahoma City exhibió fulgurantes arranques en el primer y tercer parcial.

Rick Carlisle, estratega insigne de los Pacers, insiste en la imperiosa necesidad de exhibir una mentalidad implacable, un "filo asesino", en esta crucial serie; una victoria de los Thunder en el cuarto envite significaría un empate a dos, un punto de inflexión psicológico, desplazando la presión a los Pacers, máxime cuando dos de los tres duelos restantes se librarán en el feudo oklahomense, un factor que podría inclinar la balanza; a pesar de un proceso febril que lo aqueja, se anticipa la participación de Myles Turner, cuyo desempeño resultó providencial en el tercer encuentro, erigiéndose en un baluarte indispensable para las aspiraciones de Indiana.