Elevándose a cotas inexploradas, Shohei Ohtani, el astro nipón del béisbol, ha ingresado al panteón de los Dodgers, erigiéndose como el tercer baluarte en la saga del equipo angelino en horadar la veintena de cuadrangulares en los albores de la campaña (55 juegos); un hito que lo consagra a la par de egregios como Gil Hodges y Cody Bellinger, y que, a su vez, inscribe su nombre como el sexagésimo cuarto artillero en la historia de las Grandes Ligas en rubricar semejante proeza en dicho lapso, emulando la gesta de Pete Alonso, de los New York Mets, acaecida en el año precedente.

Ohtani, triple laureado con el MVP y dominador absoluto del casillero de cuadrangulares en las Grandes Ligas, rubricó una carrera mediante un batazo de dos rayitas en el encuentro contra los Cleveland Guardians, siendo ésta la cuarta ocasión en la presente campaña en la que el portento nipón exhibe su proclividad a dirigir sus embestidas hacia la banda contraria, lo cual reviste suma importancia, habida cuenta de que incluso las conexiones fallidas del astro japonés pueden metamorfosearse en portentosas demostraciones de poderío ofensivo, erigiéndose, por segunda vez en la temporada, en artífice de cuadrangulares en tres partidos consecutivos; ad abundantiam, Ohtani, asiduo al All-Star en cuatro ocasiones, ha logrado franquear la docena de jonrones mensuales en tres ocasiones desde su incorporación a las filas de los Dodgers.