En un hecho inusual, el Rey Carlos III inauguró el Parlamento canadiense con un discurso que resaltó la soberanía de Canadá, en un momento en que el presidente Donald Trump había sugerido su anexión. La presencia del Rey enfatizó la independencia de Canadá, que es parte de la Commonwealth, a pesar de la propuesta del presidente estadounidense de que Canadá se convirtiera en el estado número 51 de Estados Unidos. En su discurso, el Rey Carlos III mencionó los grandes desafíos que Canadá enfrenta en un mundo inestable y la preocupación de muchos canadienses. Además, defendió la protección del idioma francés y la cultura de Quebec, que son muy importantes para la identidad canadiense.

La primera visita del Rey a Canadá como monarca ocurre en un momento complicado, ya que Trump ha amenazado con poner impuestos importantes a los productos canadienses y ha criticado lo que el país gasta en el ejército. El discurso terminó diciendo que Canadá es un país soberano y anunció que planea unirse al proyecto de defensa de la Unión Europea, "REARM Europe", sin mencionar la compra a Estados Unidos.