Kilmar Abrego Garcia, un trabajador de la construcción de Maryland, se declaró no culpable de cargos federales de tráfico humano en un tribunal de Tennessee. Sus abogados afirman que las acusaciones son una excusa para justificar su deportación equivocada a El Salvador en marzo.

El proceso legal comenzó después de que la Corte Suprema ordenara su regreso, en medio de una presión cada vez mayor. La defensa de Abrego Garcia puso en duda la fiabilidad de los testigos del gobierno, argumentando que cooperaron a cambio de beneficios migratorios.

Los cargos se derivan de una detención de tráfico en 2022 en Tennessee, donde Abrego García transportaba a nueve pasajeros, lo que hizo que las autoridades sospecharan de tráfico de personas. No obstante, a pesar de estas sospechas, fue puesto en libertad con solo una advertencia.

Antes de la audiencia, los fiscales de EE. UU. describieron a Abrego García como una amenaza para la comunidad y alguien con alto riesgo de fuga. Lo acusaron de traficar drogas y armas, y de abusar de las mujeres que transportaba. Debido a estas acusaciones, Ben Schrader, quien era el jefe de la división criminal en la Oficina del Fiscal de EE. UU. para el Distrito Medio de Tennessee, tuvo que renunciar.