Un juez federal en Massachusetts ha impedido que el presidente Donald Trump modifique las normas electorales en Estados Unidos. Esta decisión favorece a un grupo de fiscales generales demócratas que argumentaron que la medida era inconstitucional. La orden ejecutiva de Trump, emitida en marzo, pretendía exigir un comprobante de ciudadanía para el registro de votantes, aceptar únicamente las papeletas enviadas por correo y recibidas el día de las elecciones, y vincular la financiación federal para las subvenciones electorales al cumplimiento de la nueva fecha límite por parte de los estados. La Casa Blanca defendió la orden, afirmando que garantizaba elecciones "libres, justas y honestas". No obstante, la jueza Denise J. Casper dictaminó que es probable que los estados prevalezcan en sus impugnaciones legales, explicando que la Constitución no otorga al Presidente facultades específicas sobre las elecciones. La sentencia también anuló una parte de la orden que requería a los estados rechazar cualquier papeleta por correo o voto ausente recibido después del día de las elecciones. Este es el segundo revés legal para la orden ejecutiva de Trump relacionada con las elecciones, ya que un juez en Washington D.C. ya había bloqueado partes de la directriz.