La polémica decisión del presidente Trump de duplicar los aranceles al acero y aluminio de otros países podría hacer que los precios de los alimentos suban mucho para los estadounidenses. Esto se debe a que estos materiales se usan mucho para empaquetar productos, lo que significa que muchos bienes de consumo podrían verse afectados por este impuesto del 50%. Según la experta en comercio Usha Haley, los aranceles podrían aumentar los costos en varias industrias y dificultar las relaciones de Estados Unidos con sus aliados.

La administración Trump ha justificado la imposición de aranceles como una estrategia para salvaguardar la industria del acero en Estados Unidos. Sin embargo, esta acción podría ir en contra de su promesa de disminuir los precios de los alimentos, ya que los nuevos aranceles sobre el acero y el aluminio podrían afectar a una amplia gama de productos, como alimentos enlatados, bebidas y comida para mascotas. Robert Budway, presidente del Instituto de Fabricantes de Latas, ha indicado que esta situación podría beneficiar a los productores extranjeros de alimentos enlatados que compiten con los agricultores y productores de alimentos estadounidenses.