La escalada de violencia tras el ataque de Israel a objetivos iraníes causó un fuerte aumento en los precios del petróleo y una caída en las bolsas el viernes. Esto se debió a la preocupación por posibles interrupciones en el suministro mundial de petróleo y en la economía. El S&P 500, el Promedio Industrial Dow Jones y el Nasdaq composite tuvieron pérdidas importantes, mientras que el precio del petróleo crudo estadounidense subió un 7,3% hasta los 72,98 dólares por barril.

Aunque los analistas sugieren que estos aumentos en el precio del petróleo suelen bajar cuando se aclara que la situación no empeora, Wall Street está siguiendo de cerca los acontecimientos.

Como resultado de esta situación, empresas que dependen del combustible y de la confianza de los consumidores para viajar, como Carnival Cruises y United Airlines, tuvieron pérdidas financieras importantes. En contraste, los productores de petróleo de EE. UU., los contratistas de defensa y el mercado del oro obtuvieron ganancias. A pesar de estos cambios en el mercado, la inflación se mantiene bastante estable, aunque hay preocupación por un posible aumento causado por los aranceles del presidente Trump.