Funcionarios de la Unión Europea están intentando evitar un impuesto del 50% que la administración Trump quiere poner a los productos importados. El presidente de Estados Unidos se ha quejado de que Europa vende más productos a Estados Unidos de los que compra, lo que causa un desequilibrio comercial. La UE argumenta que, si se incluyen los servicios digitales, Estados Unidos vende más, lo que equilibra el comercio. Para cambiar el comercio de productos, la UE podría comprar más gas natural a Estados Unidos, gastar más en defensa con empresas estadounidenses o reducir su impuesto del 10% sobre coches extranjeros. Sin embargo, ha sido difícil resolver los problemas con las regulaciones europeas sobre alimentos y productos agrícolas, así como los impuestos al valor agregado que usan los gobiernos europeos. Los economistas predicen que, si se aplican estos impuestos, la economía de los países de la zona euro podría disminuir hasta un 1% el próximo año y la inversión de las empresas bajaría más de un 6%.